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Cómo desconectar los días previos a tu boda (para no parecer una zombie)

Cómo desconectar los días previos a tu boda (para no parecer una zombie)

La organización de un evento así provoca estrés en la mayoría de ocasiones, especialmente en las novias. Y saber desconectar los días previos a tu boda, es fundamental.

Tener todo preparado para ese día, controlar que los proveedores lleguen a tiempo, ir a las pruebas del vestido, quedar con el fotógrafo, organizar las mesas de los invitados y tantos detalles que se dejan para el final es un caos.

Sobre todo, si no cuentas con la ayuda de un wedding planner y todo corre de tu cuenta y la de tu pareja.

Lo único que te puede ocurrir con tantos nervios, es que no descanses lo suficiente y vayas a la boda con unas ojeras de caballo. O peor aún, que te quedes frita por la mañana y te “olvides” de la peluquería.

Toma nota de estos consejos para los días previos a la boda que te permitirán disfrutar al máximo de un día tan largo y a la vez tan fugaz.

Olvida el móvil y las redes sociales

Está claro que internet es un gran escaparate para encontrar todo tipo de información y también para entretenerse.

Pero cuando quedan horas para tu boda, será mejor que dejes de mirar el móvil constantemente si no es estrictamente necesario. Está bien, que lo tengas a mano por si te llama un proveedor o si tu maquilladora cambia la hora de vuestra cita.

Lo que no es recomendable, es consultar todo el día las redes sociales o blogs de bodas donde puedes encontrar consejos o inspiración que te pongan aún más nerviosa.

Por ejemplo.

Imagina que el día antes, ves un artículo donde te hablan de los errores más grandes que debes evitar en tu boda. Y uno de ellos, es poner un food trucks para tu banquete cuando es precisamente lo que has hecho.

¿Qué ocurrirá? Que te comerás la cabeza una y otra vez pensando en que quizás no ha sido lo más acertado.

Relájate viendo tu peli o serie preferida

 Cuando estás viendo una película que te encanta, te olvidas de todo.

Porque te metes en la trama de tal forma que puedes llegar incluso a ignorar la llamada de tu pareja o de tu mejor amigo.

Sería ideal programar la noche anterior a tu boda una sesión de cine, con palomitas o pizza si te apetece, y distraerte sin preocupaciones durante un par de horas.

No te preocupes mucho por los kilos, porque no vas a engordar en un día.

Y, por qué no, podrías hasta visionar toda una temporada de una serie que te guste en la semana previa al evento y así tener más tiempo de distracción y menos de nervios.

Sal de cena con tu mejor amiga

Esas horas charlando, riendo y compartiendo confesiones con tu mejor amiga no tienen precio. Y, aunque no quiere decir que cuando te cases no podrás hacerlo más, si que es probable que tengas menos tiempo.

Sobre todo, si decidís pronto ser padres.

Así es que, aprovecha bien esos días para quedar con ella, para salir a bailar, para quedaros en casa hablando hasta las tantas o escuchar música como unas adolescentes sin mirar el reloj.

No hace falta ir a cenar a un restaurante. De hecho, un espacio más íntimo es más enriquecedor, ya que la comida es la excusa y os podréis apañar con cualquier cosa.

 Date un masaje relajante en un spa

 ¿Nunca has ido a un spa?

Este puede ser el momento de probarlo. Y si no tienes uno cerca, bastará con que acudas a darte un masaje a cualquier centro especializado.

Existes rituales de relajación con piedras semipreciosas, o con aceites esenciales que son una experiencia muy agradable en cualquier momento.

Saldrás como nueva y estarás mucho más relajada cuando llegue la hora de ponerte el vestido.

Pídete la semana libre en el trabajo

Normalmente, las parejas aprovechan lo más posible en el trabajo para poder alargar luego el permiso para la luna de miel.

Pero ir a contrarreloj no te conviene.

Si te casas en verano o en una fecha que coincida con tus vacaciones, lo suyo es que comiences ese descanso al menos una semana antes de la boda, para que no te agobies a medida que se acerca el día.

De esa forma, tendrás tiempo para todo. Tanto para darte un masaje, quedar con tu mejor amiga como para cerrar los últimos preparativos sin sobresaltos.

Disfruta con tu pareja de otros momentos

Los días previos a la boda parece que no hay otro tema de conversación. Sin embargo, sacar el tema constantemente provoca discusiones que no os convienen a ninguno de los dos.

Lo mejor es que, si habéis delegado la organización a profesionales, disfrutéis de vuestra soltería buscando otro tipo de entretenimiento que no tenga nada que ver con la boda.

Podéis ir por ejemplo al cine, hacer una escapada fugaz a un balneario o algún deporte de aventura que no sea muy arriesgado ni produzca tensión.

Ideas hay miles, y lo importante es que ambos os cuidéis mutuamente, tratando de relajaros juntos y de disfrutar de otras actividades que os ayuden a olvidar el día que tenéis por delante.

Desconectar los días previos a la boda es importante para llegar ese día fresca como una rosa, lucir un rostro espléndido y no estar tan cansada como para tener que dejar la fiesta antes de que se vayan los últimos invitados.

Toma nota y procura relajarte con estas u otras ideas.

¿Cuál te ha gustado más?

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Food trucks para bodas: los 5 mejores momentos para incorporarlos al banquete

Food trucks para bodas: los 5 mejores momentos para incorporarlos al banquete

Los food trucks para bodas se han puesto de moda. Y es lógico teniendo en cuenta las opciones que hay para integrarlos en los eventos y que los asistentes disfruten de ellos.

Si has estado en Nueva York seguro que los has visto por todas partes. Pero ya no hace falta irse a América para ver estos pequeños restaurantes móviles porque llevan algunos años en nuestro país.

Y actualmente siguen siendo una de las tendencias en banquetes más demandadas por las parejas que quieren una celebración diferente. Cada vez hay más empresas que alquilan estos vehículos y ofrecen alternativas en cuanto al tipo de vehículo y de comida.

Pero, ¿qué tipos de food trucks podéis contratar y en qué momento del banquete?

En realidad, tendréis que decidir el tipo de boda que queréis. Un buffet libre de pie, el clásico menú después de un cóctel de bienvenida o todo a base de corners chulos para que los invitados prueben distintas comidas.

Os damos algunas ideas para utilizar los food trucks en el espacio donde se celebre el banquete.

Food Trucks para el aperitivo

No es lo más habitual, pero es una opción a tener en cuenta. Si os casáis al aire libre y queréis recibir a vuestros invitados de una forma menos vista al típico cóctel, una furgoneta puede ser divertido.

En lugar de los camareros paseando con las bandejas de aperitivos, podéis poner uno o varios food trucks (por ejemplo, de comida y bebida). Lo suyo es colocar taburetes y mesitas altas para que la gente pueda acomodarse.

Aunque, si luego tenéis un menú sentados, es mejor que no se alargue demasiado el aperitivo ni haya demasiada comida.

Food trucks para la comida/cena

En caso de que hayáis optado por una boda informal y con invitados jóvenes, esta opción puede resultar interesante.

Podéis contratar dos o tres furgonetas para la comida o la cena, de forma que en cada una se sirva una especialidad (carnes, pescados, canapés, ensaladas, bebidas).

Es buena idea en caso de que no sea una boda muy numerosa y lo celebréis al aire libre. Aunque aún así, siempre hay que poner sillas y mesas de apoyo porque son muchas horas y después el baile.

Lo bueno de servir la comida de esta forma, es que todos se relacionan mucho mejor que cuando están sentados. Y pueden moverse con libertad y probar diferentes tipos de comida.

Food Trucks para la recena

Seguro que esta idea la habéis visto en más de una boda. Y es que, tanto las bodas de mañana como las de tarde, incluyen una especie de “recena” o “merienda” a los invitados que se quedan hasta el final.

Porque con el baile y después de tantas horas, apetece picar algo.

Los más frecuentes y que siempre triunfan son los de comida rápida como pizzas, hamburguesas, perritos calientes, burritos mexicanos o kebab.

Pero si queréis una alternativa más saludable, también hay algunos que sirven ensaladas, zumos de fruta y verduras naturales o productos ecológicos.

Food trucks para el postre

Hay distintas maneras de servir el postre en una boda. Además de la clásica tarta nupcial, que muchas parejas siguen eligiendo, existen alternativas para ese momento antes de darlo todo en la pista.

Igual que los Candy bar que hay ya en casi todos los eventos, en lugar de un rincón de chuches y dulces, una furgoneta bien decorada con todo tipo de postres será todo un acierto.

Las hay con postres recién hechos como crepes o tortitas, helados, zumos y batidos naturales. También de rosquillas, cupcakes, macarons y todo tipo de dulces combinados con las chuches de toda la vida.

Food trucks para la barra libre

¿Y si en lugar de comida sirvierais la bebida en una food truck? La barra libre es un momento muy deseado y más de uno se sorprenderá con este formato.

En lugar de colocar la tradicional barra propiamente dicha, quedará original que las bebidas se pidan en la furgoneta.

Aunque, si son muchos invitados, será mejor que lo tengáis complementando a otros rincones donde se sirvan bebidas, para que no se formen demasiadas colas.

Puede ser un food trucks solo para cócteles preparados por un barman o para mojitos y daikiris, por ejemplo. E incluso para bebidas sin alcohol más elaboradas.

Los food truck son un complemento perfecto para el banquete de la boda, pero antes debéis tener claro el tipo de celebración que os gustaría tener. Y por supuesto, la fecha, el número de invitados y el lugar.

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Ferias de bodas: 10 claves para rentabilizar tu presencia en estos eventos

Ferias de bodas: 10 claves para rentabilizar tu presencia en estos eventos

Las ferias de bodas suponen un gran escaparate para todos los proveedores de servicios nupciales. En una época en la que Internet cobra especial relevancia en la mayoría de sectores de la población, especialmente la juventud, los eventos offline siguen siendo una poderosa herramienta de marketing.

Estar en contacto directo, cara a cara, con tu público objetivo es la mejor manera de convencerles de que tu producto es el que necesitan. Ese trato cercano no lo tienes mediante el canal online y más si ni siquiera tienes una web con unos textos persuasivos o gestionas tus redes sociales a medio gas.

Y es que, una boda es probablemente el evento más importante que una persona va a organizar en su vida. Por ello, las parejas aprovechan lo que tienen a su alcance para que ese día sea perfecto y acuden a este tipo de eventos buscando esa perfección.

Cada año se celebran numerosas ferias en distintas poblaciones españolas y las marcas o emprendedores como tú dudan sobre si realmente merece la pena invertir en ellas.

Lo cierto es que estos eventos generan unas cifras de negocio importantes que se concentran en uno o dos días siempre y cuando se sigan unas pautas básicas.

Si estás pensando en participar en una feria de bodas, toma nota de las claves a tener en cuenta para que sea rentable y no te arrepientas después.

1.Seleccionar las más interesantes

Las ferias de bodas ya no se organizan solo en ciudades grandes sino también en poblaciones medianas e incluso pequeñas localidades.

Si tu negocio es reciente, seguro que quieres estar en todas partes para darte a conocer. Y si tiene cierta antigüedad, querrás mantener tu notoriedad.

Sin embargo, no hace falta que vayas a todas porque puede que no sea productivo sino seleccionar las más interesantes.

No siempre la feria más grande o más consolidada es la que más oportunidades de negocio te va a dar. Ten en cuenta la zona de influencia, las condiciones que te ofrecen como proveedor, la libertad que te dan para montar tu stand o la cantidad y calidad de expositores que acuden.

Muchos negocios aprecian que en eventos demasiado numerosos pasan desapercibidos por los asistentes y solo hacen negocio los más “influyentes”o reconocidos. Por eso, quizás es más fácil cerrar ventas en una feria donde esté limitado el número de proveedores por sector.

También son interesantes las ferias de bodas que te ofrecen algo más que la presencia física en un stand. Algunas ferias como la Expobodas de Bodaeventos, incluyen la promoción durante todo un año en su portal, sus redes sociales y su magazine.

2. Animar a proveedores del sector

Como fotógrafo puedes contar tu participación a una wedding planner o un diseñador de confianza para que vaya a la feria. Cuantos más proveedores seáis de una misma zona y de diferentes servicios, más atractiva será para los novios.

Por ejemplo, si junto a tu stand se coloca un catering conocido o una tienda de zapatos de novia, a ti también se acercarán. Aunque puede ocurrir lo contrario como aseguran expertos en marketing nupcial .Y es que, a veces, ubicarse lejos de los influyentes es la mejor decisión para acaparen todo el protagonismo y te vuelvas casi invisible.

No te preocupes por la competencia porque muchas veces el hecho de que haya más empresas que ofrecen tu servicio no es negativo sino lo contrario. Tú eres diferente en algo, ya sea precio, trato, servicio, rapidez…solo tienes que saber explotar ese valor que otros no tienen.

3. Promocionar tu presencia en el evento

Si vas a acudir a una feria, cuantas más personas lo sepan mejor, especialmente el público potencial al que te diriges.

En el caso de las ferias nupciales, es fundamental que los novios de la zona sepan que te van a poder encontrar allí. De esa forma, tendrán un contacto directo con tu empresa para solicitar toda la información que necesiten y estarán interesados en asistir.

Tu propia tienda física, las redes sociales, tu página web a través de un artículo en el blog e incluso un email a tu lista de contactos, te servirán para difundir tu presencia en la feria entre parejas que van a casarse o familiares y allegados.

Además, te ayudará a posicionarte como referente en tu zona y como una marca de confianza para tus potenciales clientes.

4. Trasmitir una buena imagen

No solo hay que ser bueno, sino parecerlo. La imagen que transmites en una feria es tu carta de presentación como negocio y debes cuidarla al máximo.

El stand debe ser atractivo y contar con un diseño alineado con tu imagen corporativa y de marca. No es necesario contratar el espacio más grande o la mejor ubicación, sino tener en cuenta otros detalles importantes.

Vigila bien la atención al público, la indumentaria del personal detrás del stand, su formación para informar correctamente del servicio ofrecido, el trato con el resto de proveedores o la manera de presentar tu producto en la feria.

La buena educación y la cercanía con el visitante son puntos a tu favor que aumentan las probabilidades de cerrar un contrato.

5. Definir bien la estrategia de marketing

La presencia en la feria hay que aprovecharla al máximo para que no te arrepientas haber ido.

Define bien cada paso y acción que vas a llevar a cabo antes, durante y después del evento.

Puedes empezar por concretar la promoción previa, la preparación del material que vas a llevar, la persona que te va a acompañar en el stand, el vestuario que vais a llevar, etc.

Durante el tiempo que estéis allí, tendrás que detallar cómo vas a atraer al público hacia el stand. No hace falta nada estridente, pero sí pensar en una acción distinta para que se fijen en ti.

Si tienes un catering, puedes ofrecer un pequeño aperitivo muy bien presentado y exquisito para los que acudan a la feria. O si lo que ofreces es un coche clásico, poner una cámara polaroid para que las parejas se hagan una foto y se la lleven de recuerdo.

Una vez que acabe todo, procura utilizar el material recogido como fotografías o vídeos, pero, sobre todo los contactos de interesados en tu servicio o producto.

6. Fijar el presupuesto y aprovechar el tiempo

Es más importante la calidad de los contactos que hagas que la cantidad. Así es que, no te obsesiones por esto.

Lo suyo es que sepas aprovechar al máximo cada minuto que estés allí. Evita salir constantemente a fumar, tomar el aire o hablar por teléfono porque estarás perdiendo oportunidad y no transmites buena imagen.

Respecto al presupuesto, tendrás que valorar qué inversión quieres o puedes realizar. Quizás prefieras alquilar un espacio más pequeño, pero invertir más en la decoración del stand o en el material promocional que quieras llevar.

Y puede que merezca la pena dedicar una parte a contratar un animador para atraer parejas o un catering para que sirva de gancho hacia tu stand.

También es buena idea hacer un seguimiento de la feria en tus redes sociales, compartiendo los mejores momentos o vídeos en directo para tus seguidores.

 7. Usar el merchandising

Los novios que acuden a las ferias suelen salir cargados con material de los proveedores que les han resultado interesantes. Catálogos, tarjetas, bolsas…que probablemente no volverán a utilizar.

Es útil que selecciones bien lo que vas a regalar porque será una forma de que te recuerden cuando estén en sus casas organizando la boda.

Procura que sean objetos o material atractivo, con tu imagen corporativa, y si es posible, tus datos de contacto. Una bonita agenda para anotar todos los contactos de proveedores, por ejemplo. O una bolsa de rafia para las compras con una frase inspiradora, que tanto gusta a las chicas pueden muy útiles.

Y si hay sorteos, que suelen hacerse en este tipo de encuentros, participar con un obsequio relacionado con tu servicio o un descuento.

8. Valorar y medir los resultados

Cualquier acción que realices no tiene sentido si no mides los resultados. Observar lo que te ha ido bien y lo que podrías mejorar para otra ocasión, te servirá para ir rentabilizando cada vez más tu presencia en las ferias.

Y medir los resultados tanto a corto como a medio y largo plazo. Es posible que los novios que conociste en noviembre no te llamen hasta marzo o abril si tu servicio no es tan urgente como el espacio donde van a celebrar su boda o el vestido de la novia.

También es bueno, fijarse en la competencia, compartir experiencias y establecer vínculos con otros proveedores para posibles alianzas o acuerdos.

9. Hacer un seguimiento de los contactos

Recoger los datos de las personas que se acercan al stand, de los novios interesados en tu servicio es básico. Y probablemente, también lo hagan los organizadores de la feria.

En Marketing Nupcial Group te recomendamos que anotes la máxima información posible de esos contactos.

La fecha y lugar de la boda, sus nombres, algún dato que te hayan dado sobre sus gustos, preferencias e incluso alguna anécdota o historia personal. De esa forma, podrás llamarles o enviarles un email aludiendo a esa información que tienes sobre ellos y será más cercano y persuasivo.

A todos nos gusta un trato personalizado y el hecho de que nos escuchen y recuerden nuestras preferencias es un detalle que marca la diferencia con otros proveedores que puedan contactar.

10. Patrocinar el evento

Otra idea para aumentar tu visibilidad en la feria es patrocinarla si te ofrecen esa oportunidad.

Tu nombre, logotipo o slogan aparecerá en la cartelería o anuncios del encuentro y te servirá de promoción directa durante los días previos y posteriores.

Como te recomendamos en el punto 6 de esta lista de consejos, valora esta alternativa al definir el presupuesto.

Acudir a una feria de bodas supone una gran ocasión para establecer vínculos con tus potenciales clientes que no podrías conocer de otra manera. Estar en redes sociales o tener una web no es suficiente, y menos si no sigues una estrategia de marketing digital profesional.

Así es que, los eventos presenciales son ideales para conocer en uno o dos días a cientos de parejas que no llegarían a ti por otro canal y menos en tan poco tiempo.

¿Has tomado nota de todo? Siguiendo estas 10 claves rentabilizarás tu inversión con creces y estarás deseando que llegue la siguiente edición.

¿Qué época es mejor para casarse? Ventajas e inconvenientes de cada estación

¿Qué época es mejor para casarse? Ventajas e inconvenientes de cada estación

La primera decisión que tendréis que tomar una vez hecha la petición de mano es la fecha de la boda. Puede que tengáis muy claro cuándo queréis celebrar el evento o todo lo contrario. Saber qué época es mejor para casarse no es fácil porque además depende de diferentes factores.

Está claro que la ubicación es una de las claves, ya que no es igual una boda en Galicia donde hay muchos más meses de lluvia que en las Islas Canarias.

Sin centrarnos solamente en el clima, hay algunas épocas del año preferidas por las parejas para casarse en España. Y no tienen por qué ser mejores ni peores, aunque hay algunas ventajas por las que los novios se decantan por ciertos meses.

Si aún tenéis dudas sobre la temporada en la que queréis celebrar el matrimonio, lo mejor es que penséis bien en los pros y los contras de cada fecha.

Una boda en invierno

 El invierno se está imponiendo poco a poco como época para casarse. Si hace unos años, apenas unas pocas parejas se decantaba por esta estación, cada vez más están viendo sus ventajas.

Y es que, a pesar del frío en la mayoría de regiones de nuestro país, hay otras razones por las que puede ser una buena elección.

Ventajas de casarse en invierno

Si no os importa el mes para celebrar la boda, os gustará saber que finales de diciembre, enero o febrero son fechas buenas porque:

  • Es más económico, tanto los viajes como los hoteles o espacios para celebrar el banquete. Normalmente, al no ser temporada alta, los catering y establecimientos hoteleros ofrecen precios más bajos en esta época.
  • Más disponibilidad. Lo más probable es que no tengáis problemas con la iglesia o el párroco si queréis una ceremonia religiosa. Ni tampoco con el espacio elegido.
  • Menos ausencias de invitados. En invierno, excepto en Navidad, casi nadie tiene vacaciones y, por tanto, no interrumpiréis sus días de descanso. De esa forma, os aseguráis de que todos los invitados asistan, evitando faltas que en verano son muy frecuentes.
  • Un look diferente. Tanto los novios como los invitados, podrán permitirse lucir accesorios que en otra época son impensables. Un sombrero, una capa de paño para los hombres, un abrigo de visón para ellas o unos elegantes guantes son algunos ejemplos.
  • Maquillaje de novia intacto. Aunque hay productos para evitar que calor estropee el maquillaje de la novia, en invierno ese problema no existe. Las temperaturas son más bajas y por tanto, no sudará como en verano.

Además, no será necesario broncearse para lucir brazos o escote, en el caso de las chicas que suelen preocuparse en este sentido. Con un poco de maquillaje facial será más que suficiente.

  • Destinos únicos para la luna de miel. Cuando en nuestro país es invierno, en otros destinos están en verano, como por ejemplo Argentina. Y por otra parte, hay algunos lugares mágicos que podréis visitar como Laponia o algunas estaciones de esquí.
  • Ideal para bodas de mañana. Hay ciertas ventajas de celebrar una boda de día, incluso en verano. Pero cuando hace calor, es mejor evitar las horas del mediodía. Sin embargo, si os casáis en invierno, podéis escoger cualquier horario, ya sea de mañana o de tarde.

Inconvenientes de una boda en invierno

A pesar de esas grandes ventajas, también debéis tener en cuenta los posibles contras de casaros en los meses más fríos.

  • No se puede celebrar al aire libre. Si tenéis claro que queréis un espacio abierto para la boda, el invierno es mejor descartarlo.
  • Algunos espacios cierran. Hay lugares que solo están disponibles en primavera o verano y si os gusta alguno de ellos, no os quedará más remedio que cambiar de fecha.
  • Menos luz para las fotografías. Resulta más complicado hacer el reportaje fotográfico porque hay muy pocas horas de luz. Y si además elegís la tarde, menos aún.
  • Probabilidad de lluvia y nieve. En realidad, hoy día cualquier mes puede salir lluvioso y es difícil de prever. Pero en general, en invierno las precipitaciones son más frecuentes, junto a la primavera. Y si además hace frío, podría incluso nevar. Aunque, también daría un toque mágico al momento y unas imágenes preciosas.

Una boda en primavera

La primavera es una estación muy solicitada para casarse. Porque en la mayoría de ciudades españolas, el clima es muy agradable entre otras ventajas como:

  • El campo está precioso. Si vais a casaros en una finca o un lugar rodeado de naturaleza, el colorido y la floración de la estación es único. Y todo está precioso para elegir colores, temática y los mejores corners de bodas.
  • La temperatura es ideal. Lo mejor de la primavera es la temperatura. No hace ni frío ni demasiado calor. Y si os sale un día soleado se estará fenomenal tanto en interior como al aire libre. A pesar de que la variación del día a la noche o la posibilidad de lluvias es mayor
  • Los invitados, disponibles. La mayoría de vuestros amigos y familiares estarán disponibles en estos meses y no tendrán tantos gastos como en verano. A no ser que os caséis en Semana Santa, lo normal es que la mayoría pueda acudir sin necesidad de interrumpir sus vacaciones.
  • Muchas opciones para la Luna de Miel. En primavera tenéis cientos de destinos para elegir donde tanto por su temperatura como por su oferta cultural, gastronómica o de ocio merecen la pena.
  • El look perfecto. Los meses de marzo a junio permiten casi cualquier cosa en cuanto a vestuario. Tanto para los novios, que no pasan demasiado calor como para ellas.

Las chicas pueden optar por manga larga, en tejidos más frescos, por escotes, palabras de honor y zapato cerrado o sandalia.

En primavera, vale casi todo.

  • Permiso de trabajo más largo. En general, se conceden 15 días de permiso por matrimonio que podéis disfrutar para vuestra luna de miel. Teniendo en cuenta que en primavera están las vacaciones de Semana Santa, si hacéis coincidir la boda justo antes de esa fecha o después, contaréis con más tiempo de descanso.

Inconvenientes de casarse en primavera

Sin embargo, si estáis pensando en celebrar la boda en los meses de primavera, de finales de marzo hasta finales de junio, tened en cuenta lo siguiente:

  • Las alergias. Si tenéis alergia, en primavera estaréis con los síntomas y no es nada agradable. Ni tampoco para los invitados. Y mucho menos si celebráis la boda al aire libre, en un espacio donde hay floración.
  • Más lluvias: “En abril, aguas mil” es un refrán, pero se ajusta bastante a la realidad. Porque si hay que señalar una estación como la más lluviosa, esa sin duda es la primavera. Y si queréis un espacio abierto que no ofrece alternativa interior corréis el riesgo de precipitaciones y de estropear el banquete.
  • Semana Santa. Las vacaciones de Semana Santa son en primavera. Unos años a finales de marzo y otros en abril. Son fechas en las que muchas personas viajan y aprovechar para hacer una escapada. Si no queréis “fastidiar” a nadie, evitad esos días.

Esta fecha puede ser una ventaja, como vimos antes, o un inconveniente, según se mire. 

  • Poco o nada bronceados. Si sale un día caluroso, lo suyo es llevar tirantes, o un vestido sin mangas o mostrar los pies con unas bonitas sandalias. Pero, ¿qué ocurre? Que aún no ha dado tiempo a broncearse y ese tono apagado propio del invierno no favorece mucho. Ni a ellos ni a ellas.

Una boda en verano

La época preferida por la mayoría de parejas es el verano. Y no es casualidad, sino que las ventajas de celebrar una boda en estos meses son muchas.

 

  • Apenas llueve. Ya sabemos que con la climatología no se puede asegurar nada. Pues puede llover cualquier día del año. Pero es cierto que, en verano, es menos común. Y si hay una tormenta, la temperatura es cálida e igual que caen chuzos de punta, sale el sol.
  • Cualquier espacio es bueno. Tanto si queréis un hotel en el centro de la ciudad como si soñáis con un palacete rodeado de naturaleza, la época no será un inconveniente.

Hay una gran oferta y es importante tener en cuenta las claves para que la elección del espacio sea la adecuada. Una de estas claves es la fecha. 

  • El bronceado favorece. No es que haya que decidir la fecha de la boda en función de esto, pero al final todo cuenta. Y las chicas son las que más se fijan en este detalle.

En verano, todo luce mucho mejor y cualquier look favorece si estás moreno.

  • Celebración al aire libre con vistas. Las parejas que quieren casarse al aire libre suelen escoger el verano. Hay más opciones para crear rincones diferentes en un mismo espacio. La ceremonia, la cena y el baile pueden ser al exterior y con vistas al mar, a la sierra o a la ciudad.
  • Más horas de sol para las fotos. Tanto si es una boda de mañana como de tarde, la luz natural favorece el trabajo de los fotógrafos. Y si no queréis, no será necesario fijar otro día para el reportaje por falta de luz.
  • Regalos originales. Ofrecer detalles originales para los invitados no siempre es fácil. En verano, podréis elegir accesorios como gafas de sol, alpargatas, sombreros o abanicos para sofocar las altas temperaturas.

 Inconvenientes de casarse en verano

 

  • Menos disponibilidad de espacios. Al ser unas fechas tan solicitadas, suele ser más complicado encontrar vuestro lugar preferido libre para el fin de semana que hayáis pensado.
  • Espacios sin exclusividad. Si elegís un hotel, lo más probable es que no cuenten con un solo evento, sino que tengan diferentes salones para varias celebraciones. No todos están dispuestos a desaprovechar el tirón del verano para limitar el espacio a una sola boda.
  • La decoración puede sufrir, sobre todo las flores. Por eso es muy importante elegir aquellas que resistan a las altas temperaturas. Tanto a la hora de escoger el tipo de ramo de la novia, como la decoración de otros espacios: el altar, los centros de mesa, etc.
  • Los hombres se achicharran. Porque la camisa, la corbata, el chaleco y la chaqueta son demasiadas prendas para un día muy caluroso. Pero no les queda más remedio si así lo marca el protocolo.
  • Precios más elevados. Tanto en proveedores que están mucho más solicitados, como en los viajes, que también rentabilizan la época marcando precios más altos.

Una boda en otoño

Foto: Boda & Arte

Las bodas en otoño son también muy habituales, aunque no tanto como en primavera o en verano. Pero sí más frecuentes que en invierno.

Y es que el otoño es una estación ideal para cualquier evento por muchos motivos como:

  • Los contrastes cromáticos. Esos ocres, marrones, verdes del otoño son perfectos para una ceremonia al aire libre o un banquete en un entorno privilegiado con vistas a la naturaleza.
  • Las temperaturas suaves. En otoño las temperaturas no son elevadas ni tampoco hace frío en la mayoría de ciudades españolas. Es, por tanto, una época perfecta en cuanto a climatología.
  • El momento del día. Finales de septiembre o el mes de octubre, antes del cambio horario, admite cualquier horario para celebrar la boda. Tanto de mañana como de tarde, siempre y cuando no escojáis una hora que sea ya de noche.
  • Productos de temporada. La caza, las setas, la calabaza…son alimentos propios del otoño que servirán para elaborar un menú diferente y muy preciado.

 Inconvenientes de celebrar una boda en otoño

En realidad, son muy pocas las desventajas de estas fechas y por eso, cada vez más novios se casan en el mes de octubre, sobre todo. Aún así, algunos puntos a tener en cuenta son:

  • Tiempo inestable y difícil de prever: la diferencia entre el día y la noche es más acusada que en otras estaciones. Puede hacer buen tiempo durante las horas de sol y bajar muchos grados en la noche. Y lo mismo llueve y hace frío que sale un día soleado y cálido. Así, es difícil de hacer planes respecto al espacio, la ropa o el menú.
  • Anochece antes. A pesar de que aún no hace mucho frío y los días no son demasiado cortos como en pleno invierno, sí que anochece antes.
  • Menos presupuesto. En el verano, casi todos gastamos más de la cuenta. Y eso, que muchas familias cuentan con una paga extra. Y muchos afrontan la llegada del otoño como el comienzo de una etapa nueva. Vosotros lo tenéis previsto y no os afectará, pero los invitados quizás tengan que hacer un esfuerzo añadido.
  • Más trabajo. Hay negocios o sectores profesionales que tienen más carga laboral en esta época del año. Si alguno de los dos trabajáis en uno de ellos y tenéis una alta responsabilidad en la empresa, mejor que penséis en otra fecha en la que os podáis ir más tranquilos.

Saber cuál es la mejor época del año para casarse no es fácil. Ni tampoco se puede extrapolar a todas las parejas por igual.

Hay que tener en cuenta el lugar, vuestras situaciones personales y otros factores como las prioridades que tenéis o el tipo de boda que queréis.

Sin duda, lo más importante es esa unión para toda la vida. Sin importar si os daréis el si quiero bajo un intenso sol o con el sonido de la lluvia de fondo.

 

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